Efusivo, apasionado, leal

Escorpio no confunde la atracción física con el amor, aunque sus hormonas le exciten en más de una ocasión. Este signo no se enamora fácilmente. Aunque sienta atracción por alguien, necesita un cierto tiempo para enamorarse. Necesita crear química, lo cual no sucede de la noche a la mañana. Cuando llega la persona adecuada, lo detecta en lo más profundo de su ser. Piensa en su amor todo el rato y se consume más rápido que una bengala. Tan solo espera una cosa: que la persona en cuestión se entregue por completo a él.

Como en todos los ámbitos de su existencia, Escorpio es muy íntegro en el amor, vive las cosas con gran intensidad e incluso está dispuesto a dar la vida y sacrificarlo todo por su pareja si es necesario. Por esta razón, le cuesta entender que su otra mitad no sea tan apasionada como él. Necesita vivirlo todo con la máxima intensidad. Con él, o hay amor o no lo hay, no existen las medias tintas ni los claroscuros. Es siempre íntegro y odia admitir sus sentimientos por temor a perder el control de sus emociones, por lo que a veces puede parecer frío.

Leal, generoso, receptivo

Ya de pequeño, Escorpio no se acerca fácilmente a los demás niños, por lo que de adulto es aún más complicado. Como este signo es muy receptivo al malestar y la hipersensibilidad de los demás, es posible que la gente no se sienta muy cómoda en su presencia y le rehúya. Por ello, el joven Escorpio aprende a blindarse, aunque haya conseguido hacer algún que otro amigo. Por otro lado, el Escorpio adulto desconfía mucho del término «amigo», ya que tiene una visión muy idealizada del mismo.

Para que te deje entrar en su círculo íntimo, te hará falta mucho tiempo y demostrar ser digno de ello en múltiples ocasiones. Como Escorpio siempre teme ser traicionado, al final tiene muy pocos amigos. De hecho, los que le quedan son los que nunca le han contrariado y son tan leales como pueda serlo él o más.

Competitivo, tenaz, exigente

En el trabajo, está claro que Escorpio no está por la labor de charlar y hacer amigos. Su objetivo es superar sus propios límites y hacerse un hueco en la sociedad. Le resulta muy difícil trabajar en grupo y prefiere con mucho su independencia. Es un signo tenaz, que no teme gestionar grandes cantidades de trabajo. Si todo va bien, puede ser la piedra angular de una sección o su peor pesadilla, si se ve limitado en su puesto.

Escorpio no es mucho más hablador en el trabajo que con sus allegados y cuenta muy poco de sí mismo, lo que puede dar lugar a muchos rumores sobre su persona. Su afán de perfeccionismo y su secretismo pueden hacer que trabajar con él resulte complicado o incluso utópico. Por otra parte, cuenta con grandes cualidades que le ayudarán a realizarse en el terreno profesional. Su perspicacia, inteligencia e intuición le permiten destacar en trabajos que requieren grandes dotes de deducción.

Protector, dedicado, leal

En familia, Escorpio necesita un espacio propio que le permita reponer energías a solas. Cuidado con tratar de adentrarse en su guarida sin permiso; para él, se trata de una intrusión inadmisible. Si bien aprecia sus momentos de soledad, el nativo de Escorpio necesita sentir la presencia sólida de su clan a su alrededor. Aunque surjan tensiones o disputas entre los miembros de la familia, sus allegados son lo primero para él. Por tanto, también se muestra muy protector con sus seres queridos. Hacerles daño a ellos es ofenderle a él también.

Escorpio vive desde la infancia con la angustia permanente que le causa el miedo a perder a sus padres o familiares. En consecuencia, sigue monitorizándoles de adulto, incluso en la distancia, porque necesita comprobar que están bien. Este signo es muy paradójico en el sentido de que tiene una gran necesidad de independencia, pero sus seres queridos le sirven siempre de guía y regresará sistemáticamente a ellos pase lo que pase.

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