El entendimiento
estabilidad, admiración, comunicación
A primera vista, un signo de Fuego y uno de Tierra no están hechos para llevarse bien. Por un lado, Leo es una persona orgullosa, vanidosa, filantrópica y derrochadora que tiene una fuerte necesidad de brillar en sociedad y de sentirse admirado.
Por otro lado, Virgo es sereno, discreto, ahorrador y quisquilloso con lengua viperina. Si tiene algo importante que decir, no se anda con rodeos y sus comentarios pueden ser muy punzantes. En resumen, ¡no tienen mucho en común!
Sin embargo, si hay una combinación que pueda funcionar entre ellos, lo ideal sería que el hombre fuera Leo y la mujer Virgo. Ella podrá dedicarse por completo a su deslumbrante pareja sin hacerle sombra, pero a la larga, posiblemente se canse de que el signo de Fuego solo se mire el ombligo. Desde el punto de vista pasional de Leo, Virgo carece de calor humano, pero necesita maravillarse ante su pareja.
El éxito de la pareja formada por Leo y Virgo es realmente casual, ya que siempre cabe la posibilidad de que lleguen a un compromiso para hacer que su historia perdure. Sin embargo, requerirá grandes esfuerzos y a veces irá en contra de su verdadera naturaleza.
estabilidad, admiración, comunicación
extravagancia, introversión, ansiedad
Cuando Leo y Virgo intercambian ideas, lo hacen siempre de forma muy racional. En otras palabras, no se dedican a hablar para no decir nada interesante. Dicho esto, su personalidad desempeña un papel importante en su forma de comunicarse. Leo siempre se expresa con ardor y pasión para hacer valer sus opciones y convicciones, mientras que Virgo mantiene un discurso bastante pragmático, siempre prosaico, y sabe aplicar su inteligencia.
Entre ellos, la relación tropieza sobre todo en el plano efusivo. Aunque hablen entre ellos y exista una gran atracción, les resulta muy difícil establecer una conexión emocional. Leo demuestra sus sentimientos con una pasión a veces excesiva, con una atención exagerada, mientras que Virgo es un signo reservado, que solo sabe demostrar su aprecio a pequeña escala, con gestos delicados que podrían incluso pasar desapercibidos. A pesar de que tenga interés por el signo de Fuego, a Leo puede parecerle insuficiente, puesto que requiere muestras de afecto mucho más evidentes.
Leo, como buen signo de Fuego, no es especialmente propenso a mentir, sino que es un nativo más bien fiel y racional. Sobre todo si está enamorado, hay pocas posibilidades de que busque consuelo en otro lugar. Por lo que respecta a Virgo, es honesto hasta la médula y detesta el engaño más que nada en el mundo. En estas condiciones, no hay razón para que estos dos signos desconfíen entre sí.
El único inconveniente de esta unión es la tendencia de Leo a querer brillar en sociedad. Le gusta exhibirse y ser admirado, incluso cortejado. A Virgo, que es receloso por naturaleza, toda esta atención dirigida a su pareja puede incomodarle e incluso generarle muchas dudas sobre la honestidad de Leo. Virgo suele tener baja autoestima, por lo que es probable que esta situación dé lugar a muchos malentendidos con el signo de Fuego.
Entre Leo y Virgo, ¡no podemos decir que haya una gran complicidad entre las sábanas! Estos dos signos no tienen en absoluto la misma forma de entender de la intimidad. El signo de Fuego, que se caracteriza por un gran ardor, es propicio a iniciar arrumacos instintivamente a cualquier hora del día o de la noche: ¡es prácticamente inagotable! La sexualidad le permite recibir felicitaciones, cumplidos... en definitiva, todo aquello que puede satisfacer su ego y demostrar lo irresistible que es.
En cambio, para Virgo, las relaciones físicas no son tan importantes. Puede que las disfrute, pero ante todo prefiere disfrutar de la conexión intelectual con su pareja, por no mencionar que al signo de Fuego le cuesta mucho cuidar la sensualidad y no le interesa obtener satisfacción mental en los momentos tórridos. En resumen, Leo puede decepcionarse rápidamente y perder el interés en Virgo si llega a la conclusión de que no podrá convencerle para que se deje caer entre sus brazos.
Hombre Leo y mujer Virgo: Esta pareja no parece tener muchos intereses en común, pero puede resultar complementaria si los dos miembros de la pareja no se detienen demasiado en señalar los defectos del otro. La mujer Virgo es una persona reservada y discreta, que aprecia la comodidad del hogar, mientras que el hombre Leo está siempre en movimiento, en busca del éxito y la admiración. Para que su relación funcione, la mujer Virgo deberá prestar atención constante al hombre Leo y, sobre todo, no ser demasiado crítica para no herir el ego del signo de Fuego. A cambio, el hombre Leo se mostrará tierno, atento y se encargará de que a la mujer Virgo no le falte de nada.
Mujer Leo y hombre Virgo: Por desgracia, la mujer Leo y el hombre Virgo tienen poco en común. Si esta pareja quiere durar, la mujer Leo tendrá que reprimir su verdadera naturaleza y es poco probable que lo consiga a largo plazo. La nativa de Leo tiene un temperamento dinámico y vital, necesita mostrarse y ser admirada en público. Sin embargo, este rasgo de carácter no encaja bien con la discreción natural del hombre Virgo, que es de lo más modesto, no comparte su enfoque de la vida y no tiene intención de seguir a la mujer Leo en sus extravagancias.
No hay por qué ocultarlo: tanto en el trabajo como en el amor, Leo necesita que lo admiren y que se reconozca abiertamente su talento. Con los signos de Tierra, el entendimiento es cordial. Aunque vea a Virgo como un empleado bastante exigente, juntos se complementan bastante bien. Cuando Virgo se asocia con signos de Fuego para trabajar, obtiene el impulso que necesita para sacar adelante sus proyectos. El entusiasmo de Leo le estimula para pasar a la acción sin hacerse mil millones de preguntas en su mente.
Obviamente, no todo es de color de rosa entre Leo y Virgo, y no pueden descartarse los conflictos. Aunque Leo aprecia el espíritu analítico del signo de Tierra, a Virgo puede costarle soportar el estilo dominante del signo de Fuego. La mentalidad de «soy el más guapo y tengo más éxito que todos los demás» tiende a molestar a Virgo, que es más bien modesto.
A pesar de ello, la combinación profesional que mejor funciona entre ellos es una relación vertical en la que Leo gestione el negocio y Virgo ejecute sus órdenes. Como Leo es un líder nato, se le da bien tomar decisiones, mientras que Virgo, por su parte, es un organizador excepcional, capaz de desempeñar con gran eficacia todas las tareas que le encomiende el signo de Fuego.
emulación, complementariedad, exigencia
dominación, libertad, exuberancia
Las diferencias de carácter entre Leo y Virgo no favorecen que se desarrolle una amistad duradera entre ambos. A primera vista, les resulta difícil encontrar puntos en común. El signo de Fuego y el de Tierra no se detestan, pero les cuesta ponerse de acuerdo. Leo es un signo hiperactivo, abierto al mundo, deseoso de conocer gente nueva y que, sobre todo, busca la admiración de los demás. Virgo no necesita la mirada de la gente para sentirse vivo, prefiere la discreción y vivir alejado de las demandas exteriores.
Si Leo desea hacerse amigo de Virgo, tendrá que demostrar más humildad y sencillez en su comportamiento. De lo contrario, Virgo tratará de huir o le criticará abiertamente. Considerando que el ego de Leo es muy sensible, es mejor que se ande con pies de plomo con el signo de Tierra. Aunque la amistad entre estos dos signos parezca improbable, no es del todo imposible.
Cuando su relación de amistad funciona, sigue estando marcada por una cierta contención. Entre ellos existe una barrera invisible, que les impide mostrarse uno a otro tal y como son. Nunca se confían lo que sienten o piensan en lo más profundo. Obviamente, así evitan discutir, pero no crean un verdadero vínculo de confianza entre ambos. A largo plazo, esta relación puede llegar a ser bastante insatisfactoria.
respeto, neutralidad, contención
dominación, ego, crítica
Para Leo, el signo de Virgo está lleno de misterios que le cuesta dilucidar, ya que no siempre comprende la necesidad del signo de Tierra de analizarlo todo, sus críticas afiladas, sus manías, sus numerosos miedos... A pesar de ello, alcanzar la armonía familiar en sentido amplio no es del todo imposible. Si Virgo consigue superar sus temores y confiar en Leo, puede ocurrir un milagro. Lo positivo de esta asociación es que Leo puede empujar a Virgo a superarse, a liberarse de sus hábitos anquilosantes, mientras que el signo de Tierra puede ayudar a Leo a reflexionar y a ser un poco más modesto.
En lo que respecta al matrimonio, es probable que Leo y Virgo pasen mucho tiempo por separado debido a sus diferencias de temperamento. El signo de Fuego necesita salir y estar con gente, mientras que el de Tierra prefiere las tardes tranquilas en casa. Vistas estas condiciones, es Virgo quien tendrá que adaptarse: o bien acompaña a Leo en todos sus viajes, o bien pasa su tiempo libre en soledad. La pareja Leo-Virgo no se mantiene unida a través de una intimidad real y una cercanía sentimental; si su vínculo perdura, será porque existen objetivos comunes entre ellos, una empresa de la que cada uno puede obtener beneficios personales y materiales. Las actividades profesionales conjuntas tienden a cimentar su relación mucho más que el amor en sí.
respeto, objetivos, emulación
ocio, exuberancia, crítica
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